Una semana lleva Suerte luchando por sobrevivir. Y consiguiéndolo gracias a Mascoteros Solidarios, a la Asociación Protectora Rivanimal de Madrid y, sobre todo, a las dos personas que lo vieron en la calle en un estado lamentable y optaron por ‘complicarse la vida’ y no hacer como si no hubieran visto nada.
Toda la vida se alegrarán de haber obrado así, os lo aseguro.
Y como dice Fátima, una de las voluntarias de Rivanimal, “a ver si logramos concienciar a la gente del horrible maltrato animal y conseguir un endurecimiento de las penas para esta gente que no tiene definición alguna.”
¿Qué te han hecho Suerte? ¿Quién te lo ha hecho? ¿Cómo pueden haberte maltratado tanto y abandonado luego de tal manera?
Suerte tiene las corneas destrozadas, tres patas deshechas, está desnutrido al extremo, con los ojos hundidos, con el cuertpo lleno de úlceras, las orejas y labios mordidos… casi con toda seguridad ha sido usado como sparring para entrenar perros de pelea.
Esta es la historia de sus rescatadores, de lo que sucedió la mañana del tres de diciembre:
Somos una pareja joven llamados David y Noelia que ayer nos encontramos a un perro. Voy a empezar desde el principio: mi mujer salió a pasear a nuestro perro, Rambo, sobre las 7 de la mañana cuando escuchó como un ladrido muy débil a lo lejos y se acercó a un parque infantil que hay al lado del Mercadona que hay en la estación de metro de las Suertes en el Ensanche de Vallecas.
Debajo del tobogán vio a un perro en un estado increíble, lleno de tierra, todo enmarañado… a su alrededor había una bolsa grande azul de Ikea y una sábana. Asustada, mi mujer fue corriendo a llamarme para que le ayudara, pensando que debajo de la sábana o en la bolsa hubiesen más perros o cualquier otra cosa. Bajé corriendo y me encontré con una imagen difícil de explicar… cogí la sábana, envolví al perro y lo llevamos a nuestra casa sin dudarlo ni un instante, lo metimos en la ducha para limpiarlo y darle un poco de calor y así hacíamos tiempo hasta que a las 10 que abriese el veterinario.
Allí estábamos limpiándolo un poco, sin saber muy bien qué hacer, ya que tenía las patas delanteras totalmente dobladas y los ojos prácticamente vacíos… salvo el derecho que no se veía bien, lo sacamos de la ducha y lo pusimos en un transportín de nuestro perro para secarlo con el secador con mucho cuidado de no hacerle daño, en un momento llegó incluso a mover el rabito y se nos cayó el alma al suelo. Fue increíble, lo juro.
Estuvimos con el secador hasta las 9:35 que lo monté en el coche con el transportín para llevarlo al veterinario más cercano, que estaba a tres minutos en coche. Cuando llegué, estaban abriendo con la reja a medio subir, la recepcionista me vio y se acercó a preguntarme que qué pasaba y le dije que tenía en el coche a un perro en muy mal estado que me había encontrado y que si me podía ayudar. Me dijo que claro, que lo entrara hasta que viniesen las veterinarias. Cuando lo saqué y lo vio me dijo: “¡madre mía, nunca he visto nada igual!”. Lo metimos y a los cinco minutos entró la primera veterinaria y viendo el mal estado se asustó, acto seguido, entró la segunda veterinaria y empecé a contarles un poco el caso… y me dijeron que estaba muy mal. Había dos opciones claro, una sacrificarlo, ya que estaba en las últimas y era una forma de que descansara ya, y otra era hacerle pruebas y ver cómo evolucionaba.Decidí que ya que era un milagro que siguiese vivo darle una oportunidad costase lo que costase, creo que se lo merecía y ya veríamos después según evolucionara. Lo dejé muy bien atendido en la clínica, que en todo momento se portaron muy bien, todo lo que le hicieron está en el informe, que yo no soy muy técnico en eso, lo explica mejor la veterinaria. Les comento que me voy a hacer cargo de todos los gastos y me dijeron que dado el caso, los gastos serían los mínimos posibles y que me pasara de nuevo en unas horas.
Vuelvo a las 14 horas y me comentan que el estado es reservado, ya que no se sabía si iba a salir de ahí… me empezaron a decir los resultados de las pruebas que le hicieron, está todo en el informe, pero lo que se me quedó grabado fue que llegó con una hipotermia severa por bajo de 31 grados y dicen que con esa temperatura están muertos, que no se explican cómo seguía vivo, y que hay que ingresarlo en Vetsia, un hospital de Leganés, para ver cómo evoluciona y que seguramente necesitaría alguna operación, pero que eso ya se vería paso a paso. Aboné todos los gastos de la clínica y decidí abonar también los del hospital. Como en ese momento yo no podía llevarlo a Leganés, se quedó en la clínica hasta que por la tarde lo acercaron, Alba, la estudiante de veterinaria que está haciendo la estancia en la clínica del Ensanche y mi mujer.
Cuando vieron en el hospital a Suerte, que así hemos decidido entre todos que se llame, se sorprendieron también de su estado, y eso que ahí estaba mucho mejor y se lo llevaron a seguir haciéndole pruebas y se quedó ingresado. Allí nos hicieron también un descuento por el caso tan grave. Llevábamos hasta entonces unos 210 euros. Al día siguiente, el 4, nos llamaron para contarnos su evolución.
Decidimos ponerlo en contacto de la protectora Rivanimal y fenomenal. Nos dijeron que autorizásemos su traslado a una clínica de la protectora y que ellos se encargarían de asistirlo.
Y esa es la historia de Suerte, que sigue luchando por salir adelante.
La recuperación de Suerte va a ser larga y costosa. Si queréis echar una mano lo podéis hacer a través de la cuenta 2038-2959-03-6000134856 (Bankia) poniendo como concepto SUERTE. Y también a través de PaYpal y/o haciéndote socio de rivanimal.org
Aquí tenéis un vídeo el veterinario Carlos Rodríguez, de Mascoteros Solidarios, hablando más en detalle del caso de Suerte.